miércoles, 4 de noviembre de 2009
Arriba en el oscuro de la montaña yacía el olvido reclinado en el verde tristón de la espera de nadie. Un hada espanta cuervos que pinchan gardenias pero el blanco les mancha el pico y asustados de pureza vuelan perdídos en circulo.Abajo al pie del monte una declaración de amor se fuga de sus labios.Su amada desaparece en vapores y el hombre se cubre los ojos.Subirá cabizbajo la colina con el cuello encadenado de desprecio arrancándose lagrimas azules.Nunca lo intentará de nuevo...
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