martes, 3 de noviembre de 2009
Infusiones de azafranadas camelias entibiaban sus cansados labios.El pasado le ronda cabizbajo deshojando margaritas.Gigantescas azucenas espían las ventanas de la casa.Ella se levanta de la silla y mira su sombra lacerada en el piso.San miguel toca sus hombros y escribe un nombre con su dedo.La mujer cierra la mirada envuelta en memorias ancestrales.Hay un beso que apunta certero todos los recuerdos.
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