AROMAS AMARTELADOS

de historias que afilan las madrugadas

domingo, 8 de noviembre de 2009


A su paso las lágrimas de la reina caían por todos lados oscureciendo todo lo que tocan, salando la piel de los elfos que entre la hierba se escondían.No hubo viento que pudiese borrarlas, no hubo piedra que no murmurase.Un lobo que escondido entre gigantescas flores de anémonas miraba, sigilosamente las lamió una por una.Desde esa noche reconoce a los hombres infieles y de un salto les ataca el pecho para morderles el corazón.

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