AROMAS AMARTELADOS

de historias que afilan las madrugadas

martes, 24 de noviembre de 2009


En el jardin de la casa grande, satinadas y diminutas motas de noche se escondían en las negras orquideas susurrando el origen del universo; huían del maligno eclipse abrazando los sumisos pétalos, mientras el principe gris de la neblina soplaba adormecedores perfumes venciendolas de sueño. Soñaban que el mar era la orilla del mundo , y que sus aguas lavaban los pies de Dios, que él se esparcía en los arbustos y que desde allí se apenaba al mirar la brevedad del hombre. De todos los hombres.

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